Cuentos y tecnologia

domingo, 14 de junio de 2009

Carta

Comencé a sospechar que te amaba una tarde de invierno, mientras contemplaba una gota de sudor suspendida de tu pezón derecho.

Llevaba meses sin sexo, así que procedía desaparecer tu seno en mi boca y tratar de alcanzar la gotita con mi campanilla, pero lo que hice fue contemplar tu piel magnificada a por la refracción del agua durante un largo rato.
Tan largo que tuve que regresar varias estaciones cuando me despertó el zumbido del metro llegando a la terminal.

Le conté a un amigo sobre el sueño (sin mencionar tu nombre, desde luego) y de inmediato me pregunto como era mi vida sexual.
-Más aburrida que la de una almeja- respondí. El se rió, saco su Laptop y me mostró en Wikipedia que los mugrosos animalitos esos tienen una posición sexual con su nombre en el Kamasutra, e invierten 31 minutos en promedio en cada encuentro.
-Bueno –le dije –Yo también podría tener una posición con mi nombre… ¡Salud!

No volví a hablar del asunto, pero durante los días siguientes consulte dos bibliotecas, y siete números de Cosmopolitan que me desanimaron mucho: todo parecía haber sido inventado, y el chocolate no era nada original, ni siquiera congelado.

Fue esa misma frustración la que me hizo descubrir que si flexiono mi tríceps hacia abajo, mi mano tiembla generosamente.

Idee una postura en que el hombre se recuesta semi sentado, digamos, en un reclinable y la mujer se sienta dándole la espalda, y un poco mas erguida, con la mano derecha del hombre sobre tu cabeza y mi izquierda sobre sus nalgas, con la idea, de en vez de iniciar un metisaca frenético, transmitir a través de las caderas las vibraciones necesarias para provocar, con suerte, dos o tres orgasmos mientras el hombre acaricia la nuca de la chica, provocando que tu espalda se arquee.

Describí la postura y procedí a dibujar furioso figuras de hombres y mujeres procediendo así, diagramas en los que a veces imaginaba que yo era un el y tu eres una ella. Conforme iba dibujando esas figuras hermosas y ardientes, me excité a tal grado que apenas daba los últimos trazos desfallecí hinchado y sudoroso.

Me desplome en mi sillón y encendí la tele por reflejo.
-Esta nooooche en Hechos, la PROFECO retira del mercado las migajas de amor por no contener suficiente amor para llevar el nombre en la etiqueta. Las autoridades recomiendan el uso de burbujas de amor marca Guerra, como producto sustituto-
¿¿¿¡¡¡Que chingados!!!??? ¡Ni Doriga dice tantas mamadas! ¿¡Me volví a quedar dormido?!

Desperté sobre un montón de bocetos babeados. Las líneas eran vulgares, pero infantiles.
Como corresponde a alguien de mi talento plástico.
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4 comentarios:

  1. Yo me pasaría el dia entero (o quizá varias semanas) haciendo un mapa de la piel de mi pareja. Pero como no tengo pareja, esto vale madre. Chido post!

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  2. si cada hombre se dedicara a analisar el encuentro sexual con el deseo de este q escribe y con el cerebro pensando seriamos mas que felices todas las mujeres

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  3. Creo que este puede ser tu segundo mejor cuento. Ahora que lo leo después de tiempo me gusta, realmente me gusta!!

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